lunes, 9 de noviembre de 2015

PROBANDO UN VEHÍCULO ELÉCTRICO


Hola a todos,
 
 
Como os dije voy a intentar llevar una periodicidad de entradas. Además vamos a tratar temas más allá de los Sistemas de Retención Infantil.
Hoy os voy a contar mis sensaciones durante la prueba de un vehículo eléctrico, concretamente una Reanult Kangoo.
Lo primero es dar las gracias a Patricia de AVVE y al personal de STS Control por hacer posible realizar esta prueba.
 
Vehículo cedido por STS Control
 
Llevaba tiempo queriendo probar un vehículo eléctrico, pues por mi trabajo hablo bastante de la conducción eficiente y de diferentes tipos de combustibles como alternativas a los combustibles fósiles, y para ello es imprescindible estar al día y tocar otros tipos de vehículos.
Había oído hablar de la capacidad de aceleración y de la suavidad por lo que no me sorprendió no oír ningún ruido, a pesar de los cuatro años que tenía el vehículo y estar destinado a un uso laboral, lo que dice mucho del resto de sus componentes.

El vehículo dispone de dos modos de funcionamiento, uno ECO que limita la velocidad a 90 km/h y otro FULL que da una velocidad máxima de 130 km/h. Evidentemente esto conlleva una diferencia de aceleración y una diferencia de consumo, siendo más que suficiente el modo ECO para movernos por ciudad e incluso con este modo estaríamos en el límite de velocidad máxima en autovía y autopista, fijaros que es un furgón y la velocidad máxima es 90 km/h. En cualquier caso con el modo FULL nos garantizamos una buena aceleración para las incorporaciones y adelantamientos, situaciones que preocupan mucho a los escépticos de este tipo de vehículos.
Observando su cuadro de instrumentos varias cosas me llamaron la atención. En lugar de nivel de combustible, vemos el nivel de la batería. En el centro el velocímetro, eche en falta el cuentarevoluciones, pero al ser totalmente automático no hay cambios de velocidad y no es necesario. Otro detalle que nos desvela que es un vehículo eléctrico es el consumo de su ordenador de a bordo, expresado en kwh/100
 
 
Pero lo que realmente me sorprendió muy gratamente fue su deceleración. Había oído hablar del ahorro en frenos, pero no terminaba de entenderlo. En un vehículo de gasoil o de gasolina  si no disponemos de freno motor hay que usar los frenos en mayor cantidad. En un vehículo eléctrico al ser el cambio automático tenía mis dudas sobre la retención del motor. Mi sorpresa fue que al levantar por completo el pie del acelerador, la velocidad baja drásticamente, no siendo necesario usar mucho los frenos a no ser que queramos detener el vehículo. Esto ayuda bastante para adecuar la velocidad de entrada en las curvas y por lo tanto se reduce el consumo de pastillas y zapatas de freno.

Además durante este proceso no solo no hay consumo, si no que al mismo tiempo se recargan las baterías, mediante el freno regenerativo. Con esto nos encontramos con un vehículo que consume menos en ciudad que en carretera, debido a que hay más deceleraciones, justo al revés que los vehículos alimentados con combustibles fósiles.
Así se refuerza el hecho que para un ámbito urbano y metropolitano el vehículo eléctrico es ideal, pues reduce la contaminación ambiental y acústica, dónde más personas conviven y su consumo es menor pues se van produciendo breves recargas en las deceleraciones.
En cuanto a su aceleración es espectacular, hasta en el modo ECO, ahora entiendo cuando nos referimos a un motor de gasoil o gasolina que tiene una curva de potencia plana le decimos que es un motor eléctrico. En cuanto a las recuperaciones no tienen comparación con un vehículo convencional, pues además al no tener caja de cambios no hay que escoger la relación de cambio adecuada, simplemente hay que dejar caer el pie en el acelerador y su motor se llena de potencia, facilitando esta situación a los conductores menos expertos.
Todo esto en un vehículo eléctrico de hace cuatro años, no quiero ni pensar cómo deben funcionar los de última generación. Os prometo que si pruebo algún vehículo más moderno, os lo contaré.
En conclusión es una lástima que no tenga que cambiar de vehículo en un futuro a corto plazo, porque lo tendría claro, me plantearía comprar un vehículo eléctrico.